A eso de las 2 y media de la tarde cosquillea el estómago por Comillas, la villa de los Arzobispos. Hay rampas que salpican el vistoso paseo urbano, plagado de casonas solariegas selladas con motivos heráldicos. Y hay un palacio, el de Sobrellano, que secuestra la vista hasta rozar la hipnosis; y otro, el de […]