«Una noche de calor,
salí a la ventana p’a fumar,
algo que bien liao,
me ayudara a sobar,
lancé la chicharra para ver,
si le acertaba a una señal,
cuando de pronto frente a mí,
se iluminó un ventanal.
Nananana nanananan nananannana nannananana
nanananana nannanana…»«La Vecina», séptimo corte de «Hay poco rock and roll» (1994)
Todavía en 1993, Topete no conocía a los Platero y Tú, a la postre, y sin ningún género de dudas, la banda más pinchada en sus casi diez años de historia. Fundada en Bilbao a finales de los 80 a partir de ‘Ke y Maguila’ (Maguila era el batería, Jesús García) , el grupo de los pioneros Iñaki Antón, alias Uoho, y Juantxo Olano, el Mongol, suma para la causa a Fito Cabrales, el hoy triunfante con los más suaves Fitipaldis. Fito se incorpora, y esto no lo tengo claro y tampoco lo he podido encontrar, entre 1989 y 1990. Entonces graban una primera maqueta en Pamplona, que luego se dio en llamar ‘Burrock’n’ roll». El disco, editado por DRO -otra vez DRO, fijaos-, es años después un pieza de coleccionista. No nos hicimos con él hasta bastante más tarde, y no pudo ser en vinilo. Fallo garrafal, aunque mitigado por el hecho de que varios de sus temas se incluyesen en 1996 en el maravilloso directo titulado «A Pelo».
Platero y tú entró enseguida en Topete. Divertido rock and roll, con incursiones ska, que agitaban el garito a la primera, tipo «Abecedario sin letras», estilo apto para todos los públicos, no exento de técnica, y alejado de los postulados del rock radical vasco, tan de moda entonces, y del que ya hablaremos. Cuando Topete abre los Platero ya firman cuatro trabajos: aparte del mencionado, están en la calle «Voy a acabar borracho» (1991); «Muy Deficiente » (1992); y «Vamos Tirando» (1993). Son historias de la calle, de amoríos, de bares, de tipos curiosos, de drogas… Las letras y los estribillos enganchan rápido y, además, Platero tiene una cosa decisiva a la hora de pinchar. Tú los podías poner en pleno bloque internacional junto a, por ejemplo, AC/DC, pero también en un bloque de rock and roll español, con grupos como Loquillo o Los Rebeldes o, simplemente, utilizarlos de transición entre lo uno y lo otro. Por tanto, siempre era un tentación repetirse, aunque el repertorio era de tal magnitud que meterlos siete u ocho veces por noche no entrañaba riesgos.
Por supuesto, la banda sonora de Platero y Tú acabó asociándose a algunas de las mejores vivencias de juventud de muchos, con himnos como «El Roce de tu Cuerpo», una canción del álbum «Muy Deficiente» de 1992, que pronto se extendería a muchos y variados rincones de la noche villalbina, con especial impacto en la parroquia femenina. Pero permitidme que me salga del guión y os enlace el tema cuya letra más se me aproximaba en espíritu y ritmo, «La Vecina», una composición del trío Olano – Antón – Cabrales perteneciente a ese disco sin desperdicio que es «Hay poco rock and roll», y que lógicamente entró de cabeza en el maravilloso doble en directo «A Pelo».
Me gusta que todo empiece muy tranquilo, hasta que la vecina aparece tras el ventanal…