«La delicia de Madness y una excursión a Segovia» (V)

Antes de que abriera Topete, algunos fines de semana escapábamos a Segovia, a fiestas de pueblo con discoteca municipal y cartel de Fanta en la puerta, con DYC de a 150 pesetas, whisky llenando los tubos a tres cuartos, y regresos al campamento base tras unas horas de siesta. De una de esas excursiones, a cierto pueblo segoviano del eje de la N-110 a Soria, regresamos de amanecida rumbo a la capital del acueducto bordeando la vertiente norte de la Sierra, Ismael y su admirable autocontrol al volante, Manolo dando cabezadas en el copiloto, y yo y alguno más en los asientos de atrás -espero que quien sea se idntifique aquí, porque ya no me da tanto la cabeza, de esto hará unos 21 años, y tengo curiosidad-.
No sé delante, pero atrás yo iba en esa especie de limbo producto de las muchas horas por ahí danzando, las copillas del principio de la noche, los bailes a lo Battiato, el no cenar, las chorradas varias…Así iba, alternando cabezadas con vistazos a la Sierra, bañada por esa luz de amanecer que le confiere un halo sobrenatural a esa hora, casi como si custodiara a sus faldas Rivendel.

Entonces sonó: «One better day», el bello día de Madness. Ismael me confirmó el nombre de ese grupo que nos acompañaba todo el rato, y cuyas melodías, aderezadas por saxos, violines, trompetas y la voz de Graham McPherson, parecían especialmente diseñadas para observar la silueta de la Mujer Muerta, allá en las alturas de la Sierra. Y entonces Madness ya no sólo fue cosa de Ismael. Me pasó el extraordinario recopilatorio de 1992, «Divine Madness», un doble con los 20 sencillos que la banda, uno a uno, fue colocando en el Top 20 de las listas de Reino Unido, desde «House of Fun», incomprensiblemente el único single que llegó al número 1, a «Night boat to Cairo», pasando por las que todos conocéis: «One step beyond» («el paso adelante») y la impactante «Our House», la canción de Madness que más alto llegó en las listas estadounidenses. Ese recopilario entró en el Topete desde el principio, primero el vinilo de la colección personal de Ismael, y más adelante el CD, por si los inoportunos rayajos.

Madness fue muchos años mi banda internacional favorita, y creo que la de muchos. Nunca entendí que no fuese puesta en España a la altura de otras, aunque me consta, y así me lo contó más tarde el productor inglés George Madden (¿a que suena mejor así que poner Georgy a secas, eh?), que en Inglaterra sí es reconocida como una de las grandes.

No me entretengo mucho más, basta decir que Madness (Graham Mc Pherson ‘Suggs’, Mike Barson, Lee Thompson, Chris Foreman, Mark Bedford, Daniel Woodgate y Chas Smash) revolucionó la forma de realizar videoclips, y que su condición de maestra en el estilo ska, junto a The Specials, influyó en bandas como los No Doubt, entre otras muchas.

Podría poner muchas canciones de Madness, porque son una debilidad personal, y seguro que Ismael estaría de acuerdo. Pero esto pide ser objetivo y consecuente con lo que más sonó en Topete. Aún así, démonos un homenaje con tres, ¡qué demonios!

Empezamos por «Our House», ahora que parece ponerse desgraciadamente de moda eso de tener la casa en medio de la calle…

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