Una de las entradas más fáciles. Simplemente, AC/DC, una de las mejores bandas de la historia, reconocida en el Top 100 de artistas hard rock de todos los tiempos como el número 4, tras Led Zeppelin, Black Sabbath y Jimmy Hendrix, 200 millones de discos vendidos en todo el mundo, 70 en los Estados Unidos, y situando a ‘Back in Black’ (50 millones de unidades en el mundo) como segundo álbum más vendido de la historia, sólo superado por el ‘Thriller’ de Michael Jackson.
En 1993, mis amigos no paraban de hablar de ellos, Miguel Sevillano a la cabeza. Me contaban sobre la muerte de Bon Scott, ahogado en febrero de 1980 en su propio vómito en los asientos de atrás de su coche; de la guitarra de Angus Young y su indumentaria colegial en los conciertos, además de su inaudita precocidad, su dominio del escenario y su innata capacidad para manejar la guitarra a su antojo, un espectáculo en sí mismo; de la voz chillona y desgarrada del magnífico sustituto de Scott, Brian Johnson, en simbiosis perfecta con ese estilo inconfundible de guitarreo y distorsión en agudos que hace que uno sepa que está ante AC/DC con sólo escuchar tres notas.
Por supuesto, Topete no fue ajeno a los australianos, que regresaron a Reino Unido tras morir Scott y pasaron a liderar un mercado entonces dominado por el punk, gracias a la maravilla de disco que fue ‘Back in Black’. El álbum llegó en vinilo al garito, ¡en vinilo!, y espero que me digáis cómo, porque no logro acordarme. Sí sé que compramos en el Madrid Rock de Gran Vía el ‘Live’, doble directo grabado ante 72.000 espectadores en el circuito de Donington Park, el 17 de agosto de 1991, en el festival Monsters of Rock. ¡Y qué partido le sacamos! Casi dos horas de show, en las que los AC/DC utilizaron cañones reales, una gran campana para acompañar la canción ‘Hells Bells’, y todo ello filmado en 35mm panavisión, con 26 cámaras más otra adicional ubicada en un helicóptero.
En total, según veo en la web oficial, son 18 ábumes de estudio y cuatro directos, sin contar recopilatorios que hayan podido salir. Varios de ellos, como ‘Ballbreaker’, también pasaron a mi cabina, aunque ya en CD. Por aclamación popular, no había noche sin ellos. Como pasa con las bandas grandes, ya habrá tiempo más adelante de escucharles más, de enlazar más hits, pero hoy permitidme que escoja una canción en particular, una de ésas que tiene el don de levantarme el espíritu: ‘Shoot to Thrill’, del ‘Back y Black’ de 1980.
Os enlazo uno de los videoclips más espectaculares que he visto en mi vida, realizado alternando imágenes del directo grabado en el Monumental de Buenos Aires con escenas de la película de la que fue BSO, ‘Iron Man 2’. Es absolutamente brutal ver cómo estaba el estadio, cómo vibraron los argentinos, sus empujones y sus saltos, y por supuesto admirar a las argentinas encaramadas a hombros sobre la multitud en plena apoteosis de Brian Johnson, Angus -que aparece a torso desnudo- y compañía.
En homenaje a nuestro amigo Gustavo, que sé que los disfrutaba como el que más, y para que lo toque con su guitarra en el cielo, y también para que os animéis los demás en estos tiempos oscuros. Siempre habrá salidas mientras seamos capaces de vibrar con cosas como ésta.
JAIME FRESNO. 12 DE ENERO DE 2012
Dedicatoria especial a nuestro buen amigo Gustavo, guitarra eterna