Un elemento romántico como la carta, y otro, el andén, que forma parte del transporte más romántico, sirven para titular una sección dedicada a contar vivencias personales, opinar sobre temas variados, compartir anédotas con los amigos que se acerquen al blog y, en definitiva, dar salida a esos torrentes de cosas que me vienen a la cabeza de cuando en cuando y a las que necesito dar salida escribiendo.
«Cartas desde mi celda», de Bécquer, o «Cartas desde Iwo Jima», de Clint Eastwood, son inalcanzables. Pero he construido el título con la misma estructura gramática a fin de intentar que leáis a partir de una frase sugerente y, a poder ser, con la limpieza de mente con la que uno se sienta a leer una novela o ver una película.
Espero no defraudaros. No puedo garantizar una periodicidad de escritos, pero sí el máximo empeño en lograr que paséis unos momentos de lectura agradables y que de cuando en cuando cojáis mi tren particular para viajar a situaciones, lugares, cuadros, personajes, comedias y dramas que alimenten vuestra experiencia.
¡Pasajeros al tren!
Me subo a este tren. Que va a asear un viaje entrañable. Muy buena idea jaime y suerte
Grande Jaime, espero que no vaya completo, yo tambien me subo a este tren. Animo.